Con o sin teatro, La teatralidad vende y eleva a
líderes a algunos y a antihéroes a otros; la escasa teatralidad deja a muchos
secundarios, extras y bufones en la política, ¿qué le vamos a hacer?; Pero a
parte de las actuaciones personales hay algunas actitudes de partidos
políticos, que analizadas, son puro teatro [1]
donde los líderes de un partido son directores y productores, los medios de
comunicación son los guionistas y ¿los ciudadanos? ¿espectadores?
Pero ¿qué más recursos del teatro se utilizan en la
política en la sociedad de la imagen y de la información?. He aquí un ejemplo:
consiste en introducir o presentar un tema no relacionado
con el que se está tratando para distraer la atención de la cuestión principal.
Se llama arenque rojo porque este pescado tiene un
olor tan fuerte que es lo que se utiliza para distraer a los perros de caza de
su objetivo principal.
Un ejemplo de arenque rojo puede ser: “Sé que
ayer se me olvidó ingresar el dinero en la cuenta, pero es que nada de lo que
hago te parece bien”. El argumento es irrelevante para el tema principal
(que la persona no ha ingresado el dinero) pero consigue desviar la
conversación del tema principal a por qué a esa persona nunca le parece bien lo
que hace la otra.
Un arenque rojo es lo que utilizó Hitchcock para Psicosis
(atención Spoiler) porque durante buena
parte atrae la atención del espectador contando la historia de una mujer que
quiere fugarse con su amante y cuando ve la oportunidad se fuga con dinero y
hasta que el director introduce el arenque rojo esa es la película. Pero
de repente golpea con un zas cuando el tema cambia a
quién-es-esa-mujer-que-la-ha-asesinado-en-la-ducha-y-cuál-ha-sido-el-motivo.
Un arenque rojo podría haberse dado en torno a las
marchas de la dignidad [2],
las cuales tenían cuatro lemas básicos que reivindicar: “No al pago de la
deuda, Ni un recorte más, Fuera los gobiernos de la Troika y Pan, trabajo y
techo para todos y todas”.
Estas marchas procedían desde todos los puntos del país y
con la finalidad de reclamar la dignidad perdida de los trabajadores de baja
cualificación en paro, de los jóvenes universitarios desempleados y con escasas
oportunidades laborales en nuestro país , de los afectados por las preferentes,
STOP desahucios, etc. Todos ellos pusieron el dedo en la llaga afirmando que
esta situación es consecuencia de una deuda que tienen las Cajas como
consecuencia de actuaciones poco
acertadas en el pasado, pero que sin embargo no está revirtiendo negativamente
sobre ellas sino sobre la clase media o, lo que es lo mismo, el grueso de la
población en España.
Cuando estas marchas llegaron a Madrid el 22-M el primer
juego de despiste es saber cuántas personas estaban en la Marcha desde Atocha hasta la Plaza de Colón, y en estos
asuntos nunca hay consenso y de ello se hace eco el Huffington Post en este artículo, en el cual invita a los
lectores y/o participantes a que den su voto a de los 2,5 millones que se
afirmaban desde la
Organización o bien al dato de 36.000 participantes que la Policía Nacional
le daba a la Agencia EFE.
Pero en este caso las Marchas de la Dignidad y sus reivindicaciones
tuvieron un doble arenque rojo : el fallecimiento de Adolfo Suárez y la
violencia hacia la
Policía Nacional.
El primero de ellos ocupó las noticias desde el viernes 21
de Marzo – día previo a la llegada de las Marchas a Madrid- cuando Adolfo Suárez Illana daba el mensaje a los medios de que su padre
iba a fallecer en las próximas 48 horas. Desde ese viernes hasta su muerte, el día 23 de Marzo, junto
con la Capilla
Ardiente del 24 de Marzo, se mantuvo al Gobierno “ocupado”
vanagloriando la figura del Presidente que trajo la Democracia a nuestro
país (¿en vez de tratar de mantenerla oyendo las voces de los manifestantes?) y
haciendo méritos para que Adolfo Suárez no caiga nunca en el olvido
rebautizando al aeropuerto con su nombre.
El segundo arenque rojo fueron los altercados al cierre de las Marchas entre ciudadanos y policías, que terminó con
101 heridos (67 policías y 34 manifestantes) según la
noticia de El País
.
La violencia que desvió la atención de las Marchas ha sido achacada a “un
montaje del Estado” por parte de la Organización del 22-M,
y como afirma eldiario.es “La marcha por la dignidad fue un acto
multitudinario y pacífico. Las imágenes representativas de la manifestación
muestran banderas, la calle llena de familias venidas de muchos puntos del
Estado y gritos de hartazgo”.
La violencia de los manifestantes y el excesivo
número de Policías Nacionales fueron condenados por la Organización del 22-M y
también por parte de Ignacio Cosidó, director general de la policial, quien el
23 de Abril contó su versión de los hechos: “ No hubo fallo en
el diseño del operativo, pero sí hubo algunos fallos de coordinación y
comunicación […] que impidieron que llegaran a la policía las informaciones
adecuadas”, y concluyó aludiendo a la extrema violencia de cientos de
manifestantes, junto a miles y miles de ciudadanos pacíficos.
La conclusión es que por un asunto externo a la Marcha o por un asunto derivado de la misma, el
contenido y el motivo original fueron diluidos, y así los actores, los
directores, los productores, los guionistas, etc. de esta obra teatral seguirán escurriendo el
bulto entre Organización del 22-M, la Dirección General
de la Policía
Nacional , las Unidades de Intervención Policial, los grupos
participantes en la manifestación, etc. como un perpetuum mobile que al final distrae al público de los cuatro
objetivos principales y nuestro nuevo lema será:
Pago la deuda, Un recorte más, Los gobiernos de
la Troika y
Pan, trabajo y techo para algunos.
[1] Léalo como quiera.
[2] Manifiesto Marchas de la Dignidad (Madrid) http://marchasdeladignidadmadrid.wordpress.com/category/manifiesto-2/
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