Europa, cuna de la cultura y el
desarrollo occidental, colonizadora y gestora de los recursos globales, tras la Segunda Guerra Mundial
configuró su autoridad en la era moderna como actor principal junto a EEUU y
Japón. Cuando Japón entra en crisis, es relegado a un puesto secundario,
quedando EEUU y la UE
como los dos principales tomadores de decisiones, manteniendo así una hegemonía
heredada a costa del subdesarrollo de las antiguas colonias
Primero la CECA, después la CEE y finalmente la UE han ido cosechando éxitos
económicos y sociales, dando prosperidad y seguridad a sus ciudadanos.
Pero en la actualidad la UE está en una época confusa y
cambiante donde ya nada es lo que era. En tan solo dos décadas (desde la caída
del Muro de Berlín) el mapa geopolítico mundial parece desplazarse hacia el
Este. Las áreas del Pacífico eclosionan económica y demográficamente.
Incrementando su capacidad de negociación y su fuerza en los asuntos
geoestratégicos.
Además, a partir de 2010 la
crisis económica debilita los cimientos dejando ver debilidades y problemas no
resueltos de una Unión que no lo es tanto en cuanto muchas grandes decisiones
se toman en función de los intereses particulares de unos Estados u otros.
¿Dónde queda la
Unión Europea en el actual contexto geopolítico?
Para responder esta pregunta hemos de
definir en primer lugar qué es la
UE. Según Emilio Lamo de Espinosa
más que una federación (o incluso una
confederación), es un original método de articulación internacional,
inter-estatal, que puede extenderse como una mancha de aceite y,
tendencialmente al menos, podría llegar a abarcar al mundo entero; una
alternativa real al sistema de Naciones Unidas; éste basado en la soberanía de
los Estados y la UE
en la soberanía compartida.
¿Dónde se sitúa entre las demás potencias
mundiales? Durante los últimos años se han sucedido una serie de hechos que
muestran una preocupante actitud de desafío hacia Europa. Rusia es la que en
los últimos años ha decidido saltarse varias veces el protocolo diplomático. Su
empeño en llegar hasta el Mediterráneo por el Bósforo desde el Mar Negro sigue
intacto desde la I Guerra Mundial
al menos. En 2008 invadió Georgia pese a las recomendaciones de la UE y el 18 de este mes de marzo
Putin anunció la anexión de Crimea.
¿Cómo
reacciona la UE
ante esta crisis diplomática?
Muchos artículos de opinión han recalcado
el papel de la UE
en este conflicto (de momento) diplomático. Algunos han sido críticos con su
actitud pasiva, de sancionador administrativo, otros creen que es una oportunidad
para destacar como actor con peso geopolítico. Pero de momento la UE se dedica a adelantar los
cambios en política energética y de defensa y los países miembros del G8 (de los cuales 4 son
europeos) han expulsado a Rusia del grupo.
Pero ¿son los únicos cambios que ha de haber en la UE?
Hillary Clinton durante su toma
de posesión como Secretaria de Estado dijo que los
tres grandes instrumentos de la acción exterior de una potencia pueden ser
agrupados bajo las «tres D»: defensa, diplomacia y
desarrollo
Analicemos pues las 3 D de la UE.
Defensa: El gasto en defensa de la UE representa el 25%
del gasto mundial lo que nos dice que nos mantenemos en el Rankin de poder. Así
pues, pese a la fama inmerecida de potencia blanda,
las cifras dicen que Europa sigue siendo digna de respeto.
Entonces ¿Por qué se tiene la percepción de que la UE no es una potencia
armamentística? Tal vez porque las fuerzas armadas con las que cuenta la UE, pese al ingente gasto
militar, siguen siendo ejércitos convencionales, estatales, no un ejército
común europeo que defienda los intereses de la
UE. Además dependiendo del poder económico
de cada estado los medios humanos tienen más o menos medios tecnológicos para
ser eficientes y eficaces. Esto es debido a que de nuevo son prioritarios los
intereses particulares de cada Estado Miembro respecto a los de la UE.
Diplomacia: Los europeos mantienen abiertas un total
de 3.230 legaciones en el exterior, de los que 2.172 serían embajadas de los
Estados miembros, 933 consulados y 125 delegaciones de la Comisión y del Consejo.
Para mantener en funcionamiento sus servicios exteriores y atender dichas
legaciones, los ministerios de los 25 Estados miembros emplean a
aproximadamente ciento diez mil personas.
Los datos de ayuda al Desarrollo también son abrumadores. En los sólo cinco años transcurridos entre
2003 y 2008, la mitad de los miembros de la UE alcanzaron el objetivo de destinar al
desarrollo el 0,39% de su renta nacional bruta.
Hay una sobrerrepresentación de la UE pues cada Estado tiene la
suya y se destina mucho dinero siendo poco efectiva. Durante las diferentes
crisis se ha puesto de manifiesto la ausencia de consenso político y la falta
de Gobernanza interestatal, incluso intra -estatal de la UE
Desarrollo: Las diferencias económicas y de desarrollo
entre los distintos países de la Unión Europea trataron de paliarse con ayudas
durante la integración en los 90’,
pero no se consiguió un desarrollo de base, solo un crecimiento económico y las
consecuencias de esta desigualdad y el desapego entre países de la Unión la estamos sufriendo ahora a raíz de la
crisis.
Incluso la ayuda al desarrollo en países del 3er Mundo, al
no estar bien coordinada no se gestiona correctamente habiendo duplicidades y
carencias no resueltas que suponen una pérdida de efectividad que transforma la
cooperación al desarrollo en meros gestos particulares de las relaciones
exteriores de cada País Miembro. Estas deficiencias de cohesión nos impiden
llegar a unos objetivos fijos, igualitarios que como unión de Estados
deberíamos tener.
Una vez analizados los factores que conforman a una potencia
hegemónica ¿Qué retos ha de afrontar de
una vez la UE?
Que la UE
está en crisis es una realidad, pero no es algo exclusivamente económico. La Unión Europea ha de
evolucionar, salir de la rutina establecida en los últimos años y buscar un
proyecto común viable y fuerte, que recupere su estatus en la geopolítica
mundial siempre que realmente se quiera conformar una potencia común. Para ello
es preciso enfrentarse a unos retos inmediatos. La alternativa 0, la inacción,
supondría el fin de la UE
como tal, así que han de adoptarse medidas urgentes.
El que parece más prioritario es el de una estrategia
global para salir de la crisis, dado que este problema es el más inmediato.
Es bueno que la crisis económica ponga sobre la mesa la
necesidad de una Gobernanza Económica Común, es decir, olvidar el
proteccionismo que ha fomentado la competencia y las tensiones entre países de la Unión para encontrar un consenso
global y una convergencia económica que diluyan las amplias diferencias entre
países. Para contribuir a ello deberían dirigir todos los esfuerzos hacia una
economía social de mercado competitiva y sostenible. La UE necesita ser productiva sin
tener que importar el modelo asiático. Por ello la inversión en Investigación,
Desarrollo e Innovación es fundamental para ese nuevo plan de Política Energética
Común, que hoy urge a raíz del conflicto con Ucrania, y así luchar contra la
dependencia que tenemos del exterior; fomentando la investigación y producción
de las Energías Renovables que permitirían un desarrollo sostenible acorde con
los preceptos ecologistas de la UE. Además
podría suponer la creación de una neo -industria que supla las deficiencias
productivas derivadas de la deslocalización.
Otro desafío será la demografía. Una unión política que
favorezca la natalidad es imprescindible si queremos mantener el estado del
bienestar actual (Sistema de Pensiones) y para ello deberían generalizarse las
políticas de conciliación entre vida laboral y personal que ya se dan en la
mayoría de países del norte. Además favorecer reformas laborales para fomentar
el trabajo fijo que de seguridad a las familias. Otra solución es dejar entrar
a inmigrantes jóvenes que mantengan nuestro sistema social. El problema es que
si los jóvenes no pueden trabajar no van a poder crear una familia y por tanto
no habrá remplazo generacional. Además si no cotizan el sistema de solidaridad
intergeneracional es inaplicable. Si los mayores no pueden jubilarse ocupan
plazas laborales que personas más jóvenes podrían ocupar. Lo que supone un círculo
vicioso. El modelo alemán de pensiones ha demostrado ser ineficiente y ahora
quieren expórtalo a los países del sur. Esa no es la solución y habrá que idear
algo nuevo a nivel comunitario pues es toda Europa la que envejece.
Estos retos entre otros se pueden encontrar en el PROYECTO EUROPA 2030
publicado en 2010. Otro proyecto con buenas intenciones guardado en algún
cajón.
En mi opinión otro gran reto es la coyuntura de Gran
Bretaña, es difícil convencerse de ser una Unión cuando uno de sus miembros va
por libre e incluso en ocasiones gana económicamente cuando el Euro pierde. Eso
no es permisible y pronto o tarde tendrán que enfrentarse a ese problema.
En conclusión creo que lo que necesitamos es más Europa y
menos proteccionismo nacionalista, sin olvidar la importancia de lo local. Una
Gobernanza más desarrollada y la implicación de todos los ciudadanos de la Eurozona sin distinción
N-S, E-W en un proyecto común. Es una inversión de futuro si queremos
mantenernos entre las grandes potencias. Deshacer la UE solo traería problemas e
inseguridad. Como dijo Esopo “la unión hace la fuerza” y los mandatarios
deberían dejar de aplicar medidas cortoplacistas. Los sistemas y las personas
evolucionan y los gobiernos deben evolucionar a la par. No podemos aferrarnos a
modelos obsoletos y claramente ineficientes e insuficientes.