¿Y qué es un
geógrafo? –preguntó el Principito.
-Es un sabio que sabe donde están los mares, los ríos, las ciudades, las montañas y los desiertos.
-Eso es muy interesante -dijo el principito-. ¡Y es un verdadero oficio!
-Es un sabio que sabe donde están los mares, los ríos, las ciudades, las montañas y los desiertos.
-Eso es muy interesante -dijo el principito-. ¡Y es un verdadero oficio!
He aquí un
geógrafo retratado por Antoine Saint-Exupéry en 1943 en su obra El Principito. Un hombre (o
mujer) reflexivo que se preocupaba solamente
por el conocimiento, la descripción y la interpretación del paisaje que le
rodea, un geógrafo de antaño. Pero hoy en día este personaje dudamos que pueda
manejar un Sistema de Información Geográfica o que pueda navegar por el Google
Earth.
En efecto, la geografía actual
dista mucho de la tradicional. Hoy en día la Geografía es considerada como una ciencia. Antiguamente no lo era y
simplemente se basaba en la elaboración de mapas y planos, o textos que
reflejaban la observación y descripción del medio físico, como hacían
matemáticos y cosmógrafos griegos como Ptolomeo, en función a
sus corrientes de pensamiento y de las tecnologías a su alcance en aquella época.
Sin embargo, la geografía que hoy
conocemos ha necesitado de todas estas formas de interpretarla. Muchas de ellas
nos ha permitido conocer la evolución de nuestro paisaje así como el
surgimiento de teorías o metodologías que se mantienen en la actualidad, como
es la Proyección de Mercator,
la teoría de la Tectónica de Placas o bien se han acercado en la medición de la
esfera terrestre (Eratóstenes).
Los geógrafos han sido y son
profesionalmente gente muy inquieta por saber representar y explorar el mundo
en el que habitamos. De ahí tenemos grandes exploradores conocidos a nivel
internacional como Humboldt
o Cook, con el respaldo
de importantes Sociedades Geográficas occidentales, otros a nivel más local
como Cavanilles
en España o la sucesión de grandes hazañas históricas como el descubrimiento de
América, entre otras. Todos estos nuevos descubrimientos, junto a las
innovaciones técnicas que iban surgiendo, han propiciado un gran conocimiento
geográfico y la aplicación de nuevos métodos de trabajos de campo, permitiendo
la mejora de la representación, estudio y análisis del espacio. Pero el
resultado de estas investigaciones solo estaban al alcance de unos pocos; la
mayoría de la población desconocía que la
Tierra era redonda o la existencia de otras culturas, climas o que el Sol
giraba en torno la Tierra o el porqué de la existencia de terremotos.
Con todo, poco a poco la
geografía se estaba convirtiendo en una disciplina con un alto valor cultural
junto a otras disciplinas, como la biología o la geología. Tanto fue así, que
fue concebida a mediados del siglo XIX como ciencia, y fueron muchos los
eruditos en esta materia los encargados de impartirla en centros de estudios
primarios, aunque de una forma muy básica (geografía local y general).
Fue decisivo el surgimiento de
ciertos acontecimientos históricos como los enfrentamientos bélicos para que
esta disciplina cobrara un protagonismo relevante. Como si de una partida de
Risk se tratara, el territorio se concibió como un espacio vital y
geoestratégico con el cual se podrían aprovechar sus recursos y controlar el
espacio.
El interés por la Geografía por
motivos políticos, económicos y sociales, en adición a lo que sería el gran
“boom tecnológico” donde se creó y desarrolló la informática y la tecnología
móvil, fue clave para considerar este momento como el punto exacto en el cual
se separa la geografía más tradicionalista de la geografía actual.
A partir de esta base
tecnológica, se ha mejorado la calidad y precisión de las técnicas y métodos de
trabajo geográfico, diversificado la temática geográfica, los estudios de la
acción del hombre en relación al paisaje que habita y sus recursos, escanear el
globo terráqueo, explorar el Universo, así como la aplicación de todo ello en
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC, Internet).
Y es que, en relación a la
anterior entrevista
a Gerson Beltrán, hoy en día cualquier internauta puede tener acceso y
hacer uso de los sistemas de información geográfica así como a los
conocimientos de ésta disciplina y aplicarlos a su vida diaria: navegar por
Google Earth, usar múltiples aplicaciones sobre geolocalización,
programas informáticos para cartografiar el territorio, e incluso organizarse
previamente un viaje y conocer la ubicación precisa de los lugares de interés.
Además, la globalización y sus
sistemas de redes han permitido la conexión entre diferentes culturas,
extendiendo los conocimientos en geografía y enriqueciendo y modernizando esta
disciplina.
En las escuelas, ya no todo se
basa explícitamente en aprenderse las capitales de países, sino en que además
sepan crear y manejar las herramientas del futuro y aprender con ellas. Y con
todo llegar a ser, como diría Gerson Beltrán, “los profesionales del mañana”.
En conclusión, hemos evolucionado
de una Geografía tradicional a una Geografía
2.0 en la que usted mismo, querido lector, puede formar parte de esta nueva
generación de geógrafos que día a día se está formando. ¡Bienvenido!
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