miércoles, 19 de marzo de 2014

EL GEÓGRAFO 2.0 por Vicent Arnal



¿Y qué es un geógrafo? –preguntó el Principito.
-Es un sabio que sabe donde están los mares, los ríos, las ciudades, las montañas y los desiertos.
-Eso es muy interesante -dijo el principito-. ¡Y es un verdadero oficio!


He aquí un geógrafo retratado por Antoine Saint-Exupéry en 1943 en su obra El Principito. Un hombre (o mujer) reflexivo que se preocupaba solamente por el conocimiento, la descripción y la interpretación del paisaje que le rodea, un geógrafo de antaño. Pero hoy en día este personaje dudamos que pueda manejar un Sistema de Información Geográfica o que pueda navegar por el Google Earth.

En efecto, la geografía actual dista mucho de la tradicional. Hoy en día la Geografía es considerada como una ciencia. Antiguamente no lo era y simplemente se basaba en la elaboración de mapas y planos, o textos que reflejaban la observación y descripción del medio físico, como hacían matemáticos y cosmógrafos griegos como Ptolomeo, en función a sus corrientes de pensamiento y de las tecnologías a su alcance en aquella época.

Sin embargo, la geografía que hoy conocemos ha necesitado de todas estas formas de interpretarla. Muchas de ellas nos ha permitido conocer la evolución de nuestro paisaje así como el surgimiento de teorías o metodologías que se mantienen en la actualidad, como es la Proyección de Mercator, la teoría de la Tectónica de Placas o bien se han acercado en la medición de la esfera terrestre (Eratóstenes).

Los geógrafos han sido y son profesionalmente gente muy inquieta por saber representar y explorar el mundo en el que habitamos. De ahí tenemos grandes exploradores conocidos a nivel internacional como Humboldt o Cook, con el respaldo de importantes Sociedades Geográficas occidentales, otros a nivel más local como Cavanilles en España o la sucesión de grandes hazañas históricas como el descubrimiento de América, entre otras. Todos estos nuevos descubrimientos, junto a las innovaciones técnicas que iban surgiendo, han propiciado un gran conocimiento geográfico y la aplicación de nuevos métodos de trabajos de campo, permitiendo la mejora de la representación, estudio y análisis del espacio. Pero el resultado de estas investigaciones solo estaban al alcance de unos pocos; la mayoría de la población desconocía que la Tierra era redonda o la existencia de otras culturas, climas o que el Sol giraba en torno la Tierra o el porqué de la existencia de terremotos.

Con todo, poco a poco la geografía se estaba convirtiendo en una disciplina con un alto valor cultural junto a otras disciplinas, como la biología o la geología. Tanto fue así, que fue concebida a mediados del siglo XIX como ciencia, y fueron muchos los eruditos en esta materia los encargados de impartirla en centros de estudios primarios, aunque de una forma muy básica (geografía local y general).

Fue decisivo el surgimiento de ciertos acontecimientos históricos como los enfrentamientos bélicos para que esta disciplina cobrara un protagonismo relevante. Como si de una partida de Risk se tratara, el territorio se concibió como un espacio vital y geoestratégico con el cual se podrían aprovechar sus recursos y controlar el espacio.

El interés por la Geografía por motivos políticos, económicos y sociales, en adición a lo que sería el gran “boom tecnológico” donde se creó y desarrolló la informática y la tecnología móvil, fue clave para considerar este momento como el punto exacto en el cual se separa la geografía más tradicionalista de la geografía actual.

A partir de esta base tecnológica, se ha mejorado la calidad y precisión de las técnicas y métodos de trabajo geográfico, diversificado la temática geográfica, los estudios de la acción del hombre en relación al paisaje que habita y sus recursos, escanear el globo terráqueo, explorar el Universo, así como la aplicación de todo ello en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC, Internet).

Y es que, en relación a la anterior entrevista a Gerson Beltrán, hoy en día cualquier internauta puede tener acceso y hacer uso de los sistemas de información geográfica así como a los conocimientos de ésta disciplina y aplicarlos a su vida diaria: navegar por Google Earth, usar múltiples aplicaciones sobre geolocalización, programas informáticos para cartografiar el territorio, e incluso organizarse previamente un viaje y conocer la ubicación precisa de los lugares de interés.

Además, la globalización y sus sistemas de redes han permitido la conexión entre diferentes culturas, extendiendo los conocimientos en geografía y enriqueciendo y modernizando esta disciplina.

En las escuelas, ya no todo se basa explícitamente en aprenderse las capitales de países, sino en que además sepan crear y manejar las herramientas del futuro y aprender con ellas. Y con todo llegar a ser, como diría Gerson Beltrán, “los profesionales del mañana”.

En conclusión, hemos evolucionado de una Geografía tradicional a una Geografía 2.0 en la que usted mismo, querido lector, puede formar parte de esta nueva generación de geógrafos que día a día se está formando. ¡Bienvenido!

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